Bien tempranito de un día como hoy de hace unos cuantos años aterricé (casi literal) en este mundo.
Había pasado ya el día 1. Impetuosa e inquieta como ya era, y sigo siendo, y con muchas ganas de no perderme nada, decidí no esperar más y sin darle tiempo a mi madre de preparar nada para ir al hospital, allí, en casa mismo, dije “vengo” . Y dicho y hecho, aparecí. Menudo susto les metí a los pobres. Me imagino a mi padre corriendo hasta casa de la comadrona y del médico, ya que en aquellos tiempos no había ni móviles ni teléfonos en las casas. Y encima con una nevada aquel año de tres pares de narices… pero ya había decidido que era mi momento y lo fue. Pude haber mandado a mi madre al otro barrio e incluso acompañarla yo. Eso fue por lo menos lo que dijo el médico cuando llegó a casa y vio el “cuadro”. Y mi padre, el pobre, pilló una pulmonía de miedo, después de currarse la maratón, no de San Silvestres, sino la de San Basilio, que es el santo del día, corriendo y sudando, más que del esfuerzo físico, de los nervios y después enfriándose por las bajas temperaturas.
En fin que lo que tuvo que ser fue y ESO fui y sigo siendo YO.
No me gustan los convencionalismos, me gusta ser yo misma y hacer las cosas a mi manera. Lo demostré desde el primer momento.
No sé si son las circunstancias las que forjan las cosas o al revés, pero ayudé a dar sentido a eso de AÑO NUEVO, VIDA NUEVA.
Cada año que pasa intento de nuevo dar sentido a eso y no morir en el intento. Ahí estamos, , que no es poco!!!
Había pasado ya el día 1. Impetuosa e inquieta como ya era, y sigo siendo, y con muchas ganas de no perderme nada, decidí no esperar más y sin darle tiempo a mi madre de preparar nada para ir al hospital, allí, en casa mismo, dije “vengo” . Y dicho y hecho, aparecí. Menudo susto les metí a los pobres. Me imagino a mi padre corriendo hasta casa de la comadrona y del médico, ya que en aquellos tiempos no había ni móviles ni teléfonos en las casas. Y encima con una nevada aquel año de tres pares de narices… pero ya había decidido que era mi momento y lo fue. Pude haber mandado a mi madre al otro barrio e incluso acompañarla yo. Eso fue por lo menos lo que dijo el médico cuando llegó a casa y vio el “cuadro”. Y mi padre, el pobre, pilló una pulmonía de miedo, después de currarse la maratón, no de San Silvestres, sino la de San Basilio, que es el santo del día, corriendo y sudando, más que del esfuerzo físico, de los nervios y después enfriándose por las bajas temperaturas.
En fin que lo que tuvo que ser fue y ESO fui y sigo siendo YO.
No me gustan los convencionalismos, me gusta ser yo misma y hacer las cosas a mi manera. Lo demostré desde el primer momento.
No sé si son las circunstancias las que forjan las cosas o al revés, pero ayudé a dar sentido a eso de AÑO NUEVO, VIDA NUEVA.
Cada año que pasa intento de nuevo dar sentido a eso y no morir en el intento. Ahí estamos, , que no es poco!!!
Pues muchas felicidades desde aquí también. Sigue así, dándole sentido a la vida, porque sin sentido, no vale nada.
ResponEliminaAra ningú naix a casa seua. Les comares están als hospitals. Jo també vaig naixer a casa. Només hi han 4 anys de diferència entre nosaltres, per això encara vinguerem al món en els llits de les nostres mares.