dijous, 23 de juny del 2011

Adolescentes: “Qué maravilla”


Adolescentes: “Qué maravilla” por Eva Bach Corbacho.

Un día que estaba muy, pero que muy agobiada (uno entre tantos) por los dolores de cabeza que “mis” adolescentes me procuran cada día, ya antes de salir de casa, una compañera de trabajo me trajo este libro y me dijo: “Ten, léetelo, yo ya no lo necesito”.

Y ya me lo he leído. Pocas cosas nuevas que no haya leído u oído ya. Llevo mucho tiempo documentándome sobre este tema y buscando vías de atenuación a la intensidad a la que al respecto me veo sometida. La verdad que no hay nada diferente en mi vivencia particular que no se incluya en los aspectos generales de cualquier libro o conferencia a las que he ido sobre el tema. Es más bien cuestión de grado y en mi caso, cuyo adolescente tiene el pack completo de característica, el grado es el elevado a la enésima potencia.

No he perdido la esperanza de que al final será un adulto estupendo. Lo que no tengo tan claro es como acabará de tocada mi integridad física y sobretodo mental cuando este largo y duro camino llegue a su fin.

Este libro es muy recomendable porque a pesar de la sencillez de sus enunciados parten de la experiencia como pedagoga y sobretodo madre de la autora que va desgranando ideas claras sobre estos personajillos y que me han sido de ayuda en la medida en que suponen un reconstituyente anímico. El darse cuenta de que formas parte de la gran mayoría, aunque no te soluciona nada y por triste que sea, consuela.

¡Y ahí estamos!

 




dijous, 9 de juny del 2011

Amigos para siempre

Ayer recibí un ejemplar del libro “Amigos para siempre”. Se trata de una recopilación de los mejores microrrelatos sobre el tema de la amistad correspondientes a la primera edición del Premio de Microrrelatos Temáticos que la Editorial Hipálage convocó a finales del 2010.
El libro incluye 340 textos de los 876 que se presentaron.
Uno de ellos es mío y como os podéis imaginar me hace cierta ilusión.
Al ser relatos cortos la lectura es ligera y entretenida porque si 340 son los textos, hay 340 visiones de lo que es la amistad.
Aunque nadie me ha pedido opinión he de decir que no me gusta la portada, pero como dice un amigo mio, lo importante no es la portada sino las letras del interior.
Estáis todos invitados a leerlo.

diumenge, 5 de juny del 2011

Martes con mi viejo profesor

Recomiendo muy encarecidamente la lectura del libro “Martes con mi viejo profesor” de Mitch Albom.

Me ha parecido excelente. Trata de las reflexiones de un profesor universitario al que le diagnostican ELA (Esclerosis lateral amiotrofica), una enfermedad mortal del sistema neurológico.

Es una lección de vida, una sugerente invitación a reflexionar sobre tantas y tantas cosas de nuestro día a día que no valoramos o que malinterpretamos porque no les dedicamos la atención que merecen y nos las perdemos.

Buscaba un fragmento bueno para copiar aquí, pero he sido incapaz de elegir uno porque hay tantos… He optado por el azar que me ha abierto el libro en la pag. 124:


- Toma el caso de cualquier emoción: el amor a una mujer, o el dolor por la pérdida de un ser querido, o lo que estoy pasando yo, el miedo y el dolor de una enfermedad mortal. Si contienes las emociones, si no te permites a ti mismo llevarlas hasta el final, nunca podrás estar desligado; estarás demasiado ocupado con tu miedo. Tienes miedo al dolor, tienes miedo a la pérdida de un ser querido, tienes miedo a la vulnerabilidad que trae aparejado el amor. Pero si te sumerges en estas emociones, perimiéndote a ti mismo tirarte de cabeza a ellas, hasta el final, por encima de tu cabeza incluso, las vives de una manera plena y completa. Sabes lo que es el dolor. Sabes lo que es el amor. Sabes lo que es la pérdida de un ser querido. Y sólo entonces puedes decir. “Está bien. He vivido esa emoción. Reconozco esa emoción. Ahora necesito desligarme de esa emoción por un momento”.

Morrie hizo una pausa y me observó, tal vez para asegurarse de que yo entendía bien aquello.

-Sé que crees que sólo estamos hablando de la muerte -dijo-, pero es lo que yo te repito: cuando aprendes a morir, aprendes a vivir.