Me ha parecido excelente. Trata de las reflexiones de un profesor universitario al que le diagnostican ELA (Esclerosis lateral amiotrofica), una enfermedad mortal del sistema neurológico.
Es una lección de vida, una sugerente invitación a reflexionar sobre tantas y tantas cosas de nuestro día a día que no valoramos o que malinterpretamos porque no les dedicamos la atención que merecen y nos las perdemos.
Buscaba un fragmento bueno para copiar aquí, pero he sido incapaz de elegir uno porque hay tantos… He optado por el azar que me ha abierto el libro en la pag. 124:
- Toma el caso de cualquier emoción: el amor a una mujer, o el dolor por la pérdida de un ser querido, o lo que estoy pasando yo, el miedo y el dolor de una enfermedad mortal. Si contienes las emociones, si no te permites a ti mismo llevarlas hasta el final, nunca podrás estar desligado; estarás demasiado ocupado con tu miedo. Tienes miedo al dolor, tienes miedo a la pérdida de un ser querido, tienes miedo a la vulnerabilidad que trae aparejado el amor. Pero si te sumerges en estas emociones, perimiéndote a ti mismo tirarte de cabeza a ellas, hasta el final, por encima de tu cabeza incluso, las vives de una manera plena y completa. Sabes lo que es el dolor. Sabes lo que es el amor. Sabes lo que es la pérdida de un ser querido. Y sólo entonces puedes decir. “Está bien. He vivido esa emoción. Reconozco esa emoción. Ahora necesito desligarme de esa emoción por un momento”.
Morrie hizo una pausa y me observó, tal vez para asegurarse de que yo entendía bien aquello.
-Sé que crees que sólo estamos hablando de la muerte -dijo-, pero es lo que yo te repito: cuando aprendes a morir, aprendes a vivir.
A mi me encantó su lectura, yo también la recomiendo. es un libro que siempre me gusta releerlo.
ResponEliminabuena recomendación!
Laura, me leí también otro libro del mismo autor "Un día más". Échale un vistazo
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