Conducía mi coche por la carretera, camino hacia el lugar del encuentro con unos viejos amigos. De repente me apeteció un café. “En el próximo pueblo paro”-pensé. Y efectivamente, al cabo de unos quilómetros vi un pueblecito y siguiendo las indicaciones de la carretera tomé la primera salida. A pesar de ver dicho pueblo, la verdad es que fue toda una epopeya llegar a él. A veces las cosas más tontas se complican de modo increíble, y lo que parecía estar al lado, se había convertido en todo un laberinto. Pero bueno, el caso es que llegué por fin, medio cabreada, al primer bar que vi en la misma carretera que cruzaba el pueblo. “Espero que, por lo menos, el café sea bueno”- me dije. Porque a veces cuando te apetece mucho un café te sirven unas pócimas que no hacen más que cortarte el rollo y yo con otras cosas soy más tolerante, pero con el café poca broma.
Pues bien, el café fue estupendo, pero lo mejor fue el mensaje que lucía como veis a continuación en una pizarrita delante de la barra.
Pues bien, el café fue estupendo, pero lo mejor fue el mensaje que lucía como veis a continuación en una pizarrita delante de la barra.
El medio cabreo se fue al instante y la sonrisa iluminó mi cara por todo el día.
¡Así si que da gusto! Creo que hasta el café me supo más bueno sólo por la pizarrita.
Hemos de aplicarnos el cuento.
Tu encontraste tu sonrisa dormida en aquel bar de pueblo, yo suelo encontrarlas en este blog muy a menudo.
ResponEliminaUn beso y una sonrisa :)
Osti! Eixe bar estava al Tíbet?? xDDDDD
ResponEliminaB7s
P.S.:Parla, parla del café xDDDDD
Uau!I quin bar era?Explica,explica^-^...
ResponEliminaLenore: Sólo por esto que me dices, vale la pena no abandonar esta tarea. Gracias.
ResponEliminaDissortat: No és al Tíbet, no.
Maria: No recordo el poble, potser Callús, prop de Manresa i sinó algun altre poble entre Manresa i Súria. Perles amagades.
Madame, eso que dice usted sobre el café me ocurre frecuentemente en Inglaterra. A veces me muero por una tacita, y cuando por fin la paladeo... digamos que me arrepiento.
ResponEliminaMuchas gracias por su solicitud, madame. Cuenta usted con mi aprobación, y ahora solo debe obtener la de monsieur dissortat, marqués de Tourbat, que es nuestro Gran Canciller esta semana, y por tanto la persona a quien corresponde asignar los títulos hasta el jueves.
Como veo que forma parte de las personas que comentan aquí, creo que no hace falta que le deje el link a su blog :)
Buenas noches
Bisous
se me ocurrió una escena, que es muy real:
ResponEliminaalguien que se siente solo, que no ve más allá, y que piensa que su vida no importa a nadie, que no ve sentido a nada lo que le rodea, decide como sigue siendo habitual, ir a tomar una copa a aquel bar de la esquina, que siempre suele visitar... quizá el dueño decidió escribirles algún mensaje esperanzador.
un besito,
Mil gracias, por tu mención en Mar i Cel, y por esta incursión en las dimensiones humanas, que mueve a pensar que hay de real y de ideal en cuanto soñamos, despiertos... o despiertos.
ResponEliminaY un abrazo.